sábado, 10 de enero de 2009

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CAPÍTULO 12.


Eran esos días en que a veces los rostros pareciese inerte dentro de los ojos.
Un multitud gente colapsaba mi cuerpo llorando cuadernos de preguntas que desconocía en respuestas, no tenía labios, ni manos, pero mis dedos casi flagelados por el hielo a caería momentos distantes en lápiz externos antes de volver escribir.


Casi no se escucha mi propia voz, siento dispersas las células de mi piel, bajo este amparo eterno.
Se extinguen los sonidos que mi lengua escasa produce, ya no hay miedo ni fantasía, y lo papable se hizo invisible, espantoso y soñoliento.
Estoy sedienta de una vida que no me pertenece, escasa, incauta, eslava, en piernas que se abren, para arrancar la intimidad resguardada por años utópicos sin esclavitud.

Me resuenan los vientres sin luz y sin ideas, soy esa que grita decenas de muertes propias sin composición de orgasmos.
Tengo palabras acumuladas en las venas, en las uñas en los pies que no sé atreven a seguir pasos mortificos y desoladores, tengo esa mirada vacía sin pechos robustos caricias, sin esas lenguas que revolotean en un espacio extinguible con ecos impertérrito de otras mentes y de otras bocas.

Mis estructuras sintácticas con el paso del tiempo desvarían a una ambigüedad que decae en una ausencia de rastros, rostros, de pasos de explicaciones convexa que decolora un lápiz que no tiene tinta imaginaria.

Reprimo mis ecos con tu imagen de hombre sutil de terquedad y de esos sonidos que escucho a la distancia sin recuerdos que se sientan en la piel.
Me observo desnuda, mientras el agua cae de la bañera por mi espalda, me observo cuando mis rodillas piden clemencia de esta esquizofrenia autoprogramada.
Reclamo voces, gritos, palabras y hasta desvelos inertes de una boca que desconozco como la mía.

CAPÍTULO 13.

Solo el tiempo desvalora aquello que aun no se que existe sin esas fantasías entre líneas que observo mientras leo lo que escribes.

Rebusco miradas dadas a un tiempo record a una esfera de tu ser desnuda, a una hora extraña sin sentimientos.

Solo pienso como antes en todo lo que eres y imaginas que fuiste antes de que mi mano tenaz recorría tu estructura atornazada por palabras.

Bese tu boca, bese tu cuerpo, dibuje con la lengua eréctil por tus pechos, no hubieron pétalos que adornaron tu estructura, esa esencia que con solo desearlo por lo boca yacía entre mis piernas, fuiste mía hasta con la idea de los conceptos simbólicos que escribirías, recuerdo quizás anhelo sentir el roce de tus dedos en mis ojos, con besos de esos inocentes atragantados con ideas de rescate a una entonación de mujer esclava, niña y hasta imperfecta en sus ambiciones, lagrimeo mientras leo ese libro que marco una demencia de tu presencia, lagrimeo quizás sintiendo equivocación exabrupta e inerte por no ser incapaz de verte distinta . . .

Sí mi nombre sonaba recordaba y místico por tu boca, e eyaculaba ese robo de espasmos con una lengua enjaulada de orgasmos semióticos con conceptos ancestrales en busca de misterios en cuerpos reinventados por la palabra vida.

1 comentario:

Mauricio dijo...

Te felicito, muestras muchisima pasion en tus letras, humildemente me lleva a imaginarme cada una de las cosas que escribes y como pintor dibujo los cuadros en mi cerebro, ojala esto no lo dejes nunca y ya me imagino una publicacion de un libro tuyo... que estes muy bien Marta.

Atte. Mauricio Reyes