jueves, 15 de enero de 2009

CONTINUACIÓN

INTERRUPCTION

Tengo interrupciones en el cerebro que visientes de espantos de una lírica que se extingue de mi vientre y que engendros a través de insolencias y para componer palabras escasa a mi memoria, ya no soy una mujer de piernas esbeltas, ni faldas aterciopelada, tengo cicatrices en el cuerpo que desangran imaginando tu presencia extirpada de mi boca.
Reinvento mis palabras creyendo tener utopías, ensueños, más mis piernas me estancan hasta el aire que no respiro sin tu recuerdo.


Trascribe inéditamente una añoranza de espasmos reinvento, alucino, tergiverso, reintegro bibliografía de esos antaños en una mujer visionaria y ciega. Llevo años en esta oscuridad creyendo componer mis piernas, pero la silaba me aprisiona a esto que se desintegra como escombro añañoso y estéril.
Me observo como tantas otras, firmes, con pechos adiposos, tocados, flagelados y quizás lamidos por la imaginación de esos hombres que jamás me miraron, por vergüenza.

Interrumpo mis palabras a medias vistiendo a esta muñeca que el recuerdo y mi mente extraen como persona, interrumpo mis instantes con paroxismo de robos y añoranzas en esencias impertérritas de soledades y olvidos, no soy de esas que con piernas abiertas engañan las historias de quienes no tienen oídos.

Me detengo a lucubrar mientras observo tus ojos a la distancia, mientras tu boca exterioriza las mentes de la humanidad y yo me siento desnuda bajo el amparo de tu cuerpo.

Son símbolos los que destello de cada figura que analizo, son conceptos infranti mecanizados de cada ser que emerge por silabas sus palabras denotadas por el cuerpo, asilados como metáforas como mecanismos de defensa bajo mascaras que se romper por la mirada.

Son cuerpos arraizados en parlamentos fulgentes estoicos e híbridos, amorfitos a cada palabra emitida por la voz.

Solo soy quizás la coincidencia de triángulos equiláteros yuxtapuestos por formulas matemáticas ecuacionadas en un irracionalismo permanente.

Me desdibujo la mirada y la piel mientras tu boca recorre mi cuerpo, mientras tus ojos me inunda el ser con la palabra, con el sonido, con tergiversalidad del cambio conductual de tus manos en una estructura abstracta.

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