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Sentir sombra, sentir la invisibilidad, convertirse silencio, en esa aura que rosa el cuerpo de quien se ama siendo el fantasma y la atadura de su esencia, siendo, quizás esa compaginación errada que tortura la palabra y el desbarajuste de sus alma... como no desfallecer por aquello que se sumerge en nuestro instinto y nos hace sentí des-fragmentados en un universo paralelo donde no eres mas que el cántico de las nubes que no se ven y la aurora que renace con el amanecer.
El amor nos llena de espasmos y nos paraliza la existencia con tan solo mísera mirada, pero nos degolla el cuerpo cuando decaemos en el olvido, y son entonces nuestros labios los que besan la nada, los que pronuncian entonaciones arquetipas para encantar a esa soledad que extraña el cuerpo, la silaba y los labios que pronunciaron vida en tu vientre, mientras sutilmente rozaba su cuerpo con el tuyo.
donde entonces respiro cuando tu ser me congelo el alma, cuando tu boca tentó mis cicatrices y añora la perdida de mi vientre partido,renazco sin tu amparo, renazco como mariposa que extingue su vuelo en un aire maleficencia, respiro como enjaulada siendo esclava del amor, de ese que no fue mió, de ese que golpeo con palabras el destello un corazón de fragmentado, con ensueños de mujer fatalique, mientras tus pereceres, recorrían mi cuerpo virgen, ahora solo el escombro aniquila la esencia femenil que desgasta la vida , siendo la infértil de esteroides, la infértil de ensueños, de esos que acoplados emergían en historias de cuerpos, y ahora es el alma que divaga como un fantasma de muertos en busca de esa presencia en mi cama, de piernas, de besos y manos que acarician el rostro, pero eres invisible ese seré que invento a diario para hundirme en tu boca ajena a mis labios, y me pregunto mientras acaricio al aire si mi nombre o el suyo resuenan con las mismas manos cuando retocabas esa predilecta agonía de pieles cercanas, y solo los ecos de mis lágrimas gimen degollantes en busca de una sombra inventada, eres ensoñación repito, eres fantasma reitero, eres la perdida del esqueleto andante que reboza como persona que trascribe líneas para responder preguntas, pero son los sonidos de mi oscuridad los que me matan las cuerdas vocales y me convierten en sombra, en silencio, en abismo y en tiempo ajeno, son extrañas las connotaciones que responden a la lejana circunferencias que hoy analiza la vida, pero ser lo que tu eres es quizás el martirio de mis ojos que siguen a escondidas tus manos en otras.
Gracias.